Hoy vengo cargada de sorpresas. El trabajo no me ha dado ni un respiro para enseñaros todas las novedades que he ido realizando. Pero esta tarde de domingo me he decidido, antes de hacer nada más, a hacer fotos y publicarlas en esta nueva entrada.
Primero de todo enseñaros como van los avances de la habitación en reformas que tengo. Todavía le faltan muchas cosas como el zócalo, las cornisas, las cortinas... esas cosas, que antes de colocar los objetos, hacen que la estancia empiece a cobrar vida. Pero de momento me gusta como va quedando el resultado, aunque quizá las estanterías vistas al lado de la ventana... me hubiese gustado más que fuesen un armario pero se ha intentado... y creo que se seguirá intentando.
Segundo, la cantidad de corsés que he estado haciendo estas dos últimas semanas. Unos mejor y otros peor, pero de momento no hago más hasta que pase por lo menos una semana. Me costó encontrar un patrón que se adaptase a lo que buscaba y al final terminé diseñándolo yo.
Tercero, mi primer intento de hacer sombreros. Para ser el primero no ha quedado del todo mal. Se puede mejorar y seguro que no será el mejor sombrero que haga pero el primero especial, y siempre te hace ilusión cuando lo terminas. Lástima que no tenga un maniquí de sombreros para lucirlo bien en las fotos, ¡aunque el carrete de hilo gastado hace bien su uso!
No seáis muy duras con las críticas, es el primero que hago!
La aventura de los sombreros comenzó en septiembre cuando la madre de amatista nos propuso quedar un día y hacer sombreros. Ese día no llegó... porque siempre estamos tan ocupadas! Pero tenemos que quedar! Desde entonces me daba vueltas la idea en la cabeza y ayer que salí de compras me volví loca comprando fieltro, este color, ayyy el azul... y el lila... Cuando llegué a casa me puse manos a la obra y esto fue lo que salió.
Y como cuarta y última cosa que quiero mostraros, la cantidad de cosas que me mandó Carmen después de conocernos mejor en el taller de zapatos. Hablando y hablando le comenté que quería comprarme una máquina de las de pasta para probar a hacer cositas de fimo del libro de angie scarr y ni corta ni perezosa me dijo que tenía tres en su casa y que le diese la dirección y me mandaba una... Al principio dije que no, como me iba a mandar eso.. era demasiado!! Pero después de tanto insistir se la dí y cual fue mi sorpresa esta semana que me llegó un paquete super pesado, la máquinaaaaaa!!! y venía con un montón de sorpresas más. Me sentí como si hubiesen llegado los reyes magos, como cuando era pequeña, no podía parar de pensar en lo que me había mandado y una sensación de felicidad invadió mis pensamientos durante todo el día. Muchas gracias Carmen, te mereces toda la felicidad del mundo. Un besote te mando.
